28 May Tintas termocrómicas para un proyecto rompedor
Uso de tintas termocrómicas en las etiquetas de Finca Sánchez Cózar
El proyecto de diseño de esta gama de vinos llegó al estudio con un briefing conciso y claro: resaltar su carácter transgresor, su ruptura con las normas establecidas en el mundo clásico del vino.
Son vinos especialmente pensados para poder disfrutarse fríos en las soleadas terrazas de la costa andaluza, ya que sus propiedades se mantienen a baja temperatura y se amplifica su sabor.
¿Un buen vino tinto que se bebe frío? ¿Un blanco equilibrado para servir con hielo?… Estos sí, de ahí la transgresión.
De esta manera, la idoneidad de servirse frío se convirtió en el principal mensaje a comunicar en el diseño de las etiquetas.
Para transmitir esta idea de una manera directa e impactante, surgió la idea de trabajar con tintas termocrómicas, tintas que reaccionan a la temperatura de diversas formas: volviéndose visibles, invisibles o cambiando de tonalidad.
En este caso nos interesaba que se activasen cuando la botella llegara a la temperatura óptima de consumo. Así, cuando el vino alcanza esta temperatura, la etiqueta se “completa”, aparecen los colores que hasta ese momento no se veían, haciendo referencia a los aromas y sabores que surgen en estos vinos cuando se encuentran a baja temperatura.
El uso de tintas termocrómicas, aunque hace años que se conoce en el sector gráfico, no suele ser frecuente y en general cuenta con bastantes restricciones: gama de colores disponibles reducida, peculiaridades en función del método de impresión, limitación de proveedores…
Esto supuso un período de investigación intenso, tras el que conseguimos dar con los proveedores y materiales que aunaban todos los requisitos que necesitábamos para este proyecto.
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